Jamaica es sinónimo de mar, reggae, pollo al estilo «jerk» y cervezas Red Stripe al sol. En definitiva: un destino donde podrás tumbarte a descansar y disfrutar del buen rollito que desprende el Caribe. Te recomendamos que reserves tiempo para explorar con calma sus impresionantes playas, como Doctor’s Cave Beach en Montego Bay; sus aguas cristalinas y su suave arena no te defraudarán. ¡Pero Jamaica es mucho más que eso!

Montego Bay o MoBay, como la llaman los lugareños, es la segunda ciudad más grande de Jamaica, después de Kingston, y el principal destino turístico del país. Allí se encuentra el Aeropuerto Internacional Donald Sangster, uno de los más concurridos del Caribe y el punto de entrada más habitual para quienes se animan a visitar la isla. Otra opción es llegar por mar, ya que en su puerto atracan cada día montones de cruceros. No hay nada como una tumbona a la sombra para relajarse. Cuando hayas recargado las pilas, explora las colinas y calas que te rodean. ¡Los jardines tropicales, la frondosa selva, las enormes haciendas antiguas y las maravillas marinas de Jamaica te están esperando!

Hubo una época en que el azúcar fue el producto estrella de Jamaica. En aquellos tiempos, el río Martha Brae, uno de los más grandes de la región, era una arteria crucial que conectaba las plantaciones azucareras del interior con los puertos comerciales de la costa. La cosecha se transportaba en largas balsas de bambú, lista para que la cargaran en barcos que después pondrían rumbo a Europa. Esas balsas siguen existiendo, pero su uso se ha adaptado a los tiempos que corren. Ahora el turismo es una de las principales fuentes de ingresos del país, y por las aguas del Martha Brae bajan visitantes que aprovechan el descenso para admirar el increíble paisaje selvático que los rodea. Martha Brae Rafting Village está a solo 32 km de Montego Bay, donde encontrarás opciones de transporte que te permitirán estar de vuelta antes de la hora de la cena. Durante el trayecto de 5 km, un guía local te hablará de la flora y la fauna que os vayáis encontrando y te contará la leyenda de Martha Brae que, según dicen, fue una mujer del pueblo indígena de los taíno que conocía la ubicación de una reserva de oro secreta. Acuérdate de llevar bañador: en Rafting Village hay piscina. Además, las tranquilas aguas del río son perfectas para darse un chapuzón y escapar por un momento del calor tropical.

Aún más cerca de Montego Bay, a unos 20 minutos en coche, dejó su huella otra influyente mujer jamaicana. Nos referimos a Annie Palmer, la bruja blanca de Rose Hall, la señora de la casa en esta majestuosa mansión del estilo georgiano local. Se dice que su fantasma merodea por las habitaciones y escalinatas de esta hacienda azucarera construida en 1770, una de las pocas que siguen en pie en la isla. Podrás contemplarla en toda su majestuosidad del siglo XVIII gracias a las reformas que se hicieron en su interior y a los muebles de época que contiene. Los impresionantes jardines de la mansión, ubicados en una colina con vistas al océano, son un lugar muy popular para celebrar bodas. En ellos también podrás jugar al golf en un campo de 18 hoyos que recorre acueductos históricos, ruinas de un molino azucarero y una cascada que tuvo un papel protagonista en la película de James Bond «Vive y deja morir», de la que gran parte se rodó en Jamaica. Cerca podrás visitar la mansión Cinnamon Hill, donde Johnny Cash y su mujer, June Carter-Cash, pasaron muchos de sus últimos años, y admirar una selección de sus objetos personales. Por la noche podrás seguir los pasos del espíritu intranquilo de Rose Hall en un tour no apto para los más asustadizos.

Para disfrutar de unas vistas espectaculares de Montego Bay y el océano desde las montañas, visita Ahhh…Ras Natango, una joya del ecoturismo de gestión familiar que incluye una galería, un jardín botánico, un santuario de aves, el bar de zumos Outpost y una tienda de artesanía. Pasea por este pedacito de paraíso tropical y descubre los secretos de las delicadas orquídeas, las bromelias en flor, las buganvillas de colores intensos y otras plantas locales que se cultivan en las terrazas del jardín y que supuestamente ayudan a las tortugas que viven por allí. Los pájaros saltan y descienden en picado en el santuario, que alberga a cerca de dos tercios de las especies autóctonas. Si lo visitas por la mañana o a última hora de la tarde, tal vez tengas la suerte de dar de comer a los colibríes y, en particular, al colibrí golondrina​, que es el ave nacional.

Las colinas de color verde intenso que rodean Montego Bay y las orillas bañadas por el mar Caribe son dos opciones igual de atractivas para disfrutar de unas vacaciones perfectas en Jamaica. ¿Te gustaría alojarte en una propiedad con una terraza desde la que puedas contemplar las copas de los árboles, piscina y cancha de tenis privadas, y barbacoa, además de un chef exclusivo que te prepare deliciosos platos jamaicanos?

¿O quizá sientes la llamada del océano? En ese caso, te recomendamos una de estas villas junto al mar en Montego Bay. Los suelos de piedra, los techos abovedados y las paredes blancas crean un ambiente perfecto donde descansar al fresco después de pasar todo el día bajo el sol. Elige una casa a pocos pasos de la arena que incluya juguetes de playa, kayaks y equipo de snorkel, y pasa el día a remojo. El espacio no es un problema: las villas tienen entre 4 y 12 dormitorios, para que puedas pasar unas vacaciones de ensueño con tu gente. Solo tienes que elegir una... ¡y a disfrutar!